lunes, 31 de agosto de 2009

¡200 entradas!

Hoy quería explicar que... (Pero qué haces aquí, mantis... anda vuelve al terrario que estoy escribiendo en el blog)... sí, ejem, pues quería mostraros un ex... (qué haces, dorcus, aparta de la pantalla que... ¡EEEEEEHH! No me la ralles... Uffff! Que rallote, ya no podré escribir en mi blog...) Iba diciendo que... este... sobre los... (Baculum, haz el favor de soltar el libro... ¿Qué, ahora te da por buscar en el diccionario? A ver qué palabra... canódromo... La página 200, si ya, ya lo sé... ¡Ahora vete, que estoy con el blog!) Bueno... íbamos por los comport... (Shhhh, calla, que me desconcen...! ¿Cómo? ¡Anda! ¡¡¡¡Pues haberlo dicho antes!!!!) Ejem... ¡Me están chivando por aquí que estoy haciendo la entrada número 200! ¡Anda, si hasta me han hecho un dibujo!

Mantis religiosas

Este año he encontrado bastantes mantis y he puesto en práctica un método para mantenerlas que nunca antes había usado. Pongo a las mantis más grandes (en mi caso una hambra adulta de mantis religiosa) en una planta, en la entrada-patio de mi casa en el pueblo. Y la mantis no suele abandonarla, y cuando lo hace, se sube a otra muy cercana. Ya llavaba unos días mi mantis en unas judías, instalada comódamente cuando, de golpe, vi que en la misma planta había algo marrón oscuro. Me parecía una mantis. Fui a comprobar si aquella supuesta hoja seca era una mantis de verdad y... me encontré una hembra adulta marrón oscuro. Es raro que la hembra blanca, hubiese atraído a otra hembra, aún si hubiese llegado un macho, se entendería.
Mantuve esta hembra durante algún tiempo con el mismo método de semi-libertad hasta que llegó la hora de irnos y dejarlas otra vez en el campo.
El problema de este método de cría es la alimentación de las mantis, pues al darle las presas, pueden escapar. Aunque reconozco que se me escapó más de un saltamontes... estuvieros bien alimentadas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Langosta naranja

La langosta africana es un insecto que se puede encontrar no solo en África, sino que se ha extendido también por muchos otros paises. En España es relativamente fácil de encontrar cerca de los zarzales las ninfas, y tomando el sol en muros a los adultos. Es una espécie de gran tamaño, puede llegar hasta los 10 cm (aprox.). Lo que más llama la atención de estos ortópteros es que, a pesar de que el adulto no destaca por su belleza, las ninfas son muy bonitas. De un verde deslumbrante e intenso, ver una saltando en un zarzal es un espectáculo de color admirable, pero este año me he encontrado una ninfa de langosta diferente. Una langosta naranja.


martes, 25 de agosto de 2009

Apareamiento

Para aparear una pareja de mantis se ha de tener mucha calma y paciencia pues los machos suelen ser de lo más tímidos y tardan mucho en animarse para copular con la hembra. Pero no lo tienen fácil, en las mantis orquídea (hymenopus coronatus), la hembra es el doble que el macho. Cuando un macho detecta una hembra, dirige las antenas hacia ella e intenta acercárse por la espalda. Una vez la distancia disminuye, se lanza sobre ella con valor o bien se sube discretamente sobre sus alas.

Este verano he intentado aparear una pareja de ameles spallanzania (o eso creo). El primer intento, lo hice en una planta, simulando el hábitat de las mantis. Aquí se ve la hembra:

Y aquí el macho:


Pero, por mucho que lo prové, el macho no se animaba. Cambié la estrategia y los puse en el terrario decorado del macho. Nada, ni siquiera se fijó en la hembra. Aquí se ven la hembra y el macho.


Así que cogí al macho reserva. Lo puse en una frutera de tela y al cabo de un minuto de contemplar la hembra, dió un vuelo rápido y se situó encima de la hembra con valentía y orgullo.


Aquí están los dos:

sábado, 8 de agosto de 2009

Huevos de dorcus... o no?


Hace algún tiempo, dando un paseo por el campo me encontré un escarabajo más bien raro y bello. Es raro ver uno de éstos de día ya que suelen pasarlo enterrados para salir por la noche a explorar mundo. Pero dió la casualidad que un pequeño ejemplar caminaba por una senda a la vez que nosotros. Enseguida me dí cuenta que aquel escarabajo era muy interesante ya que tenía unos cuernos y una estructura muy similares con escarabajos que, no se si correctamente, había classificado tiempo antes como dorcus parallelipidedus. Aunque no sea de esta especie, seguramente sea del mismo género (dorcus) o esté muy ligado a él. Durante un tiempo estuvo alojada en un terrario junto con otras dos cetonias. En este terrario, posteriormente encontre huevos, y estos huevos (más de 10) han eclosionado y han salido larvas. Supongo que ha sido la dorcus, por el tamaño de los huevos, pero tan solo habrá una forma de saberlo seguro: esperar y alimentar las larvas, ahora muy pequeñas, hasta que pasen a ser un coleóptero, hacia el verano que viene.
La foto es de una de las larvas... muestra su diminuto tamaño.