Machos y hembras

Creo poder reconocer, aunque no con mucha certeza, el sexo de las hymenopus. De las cuatro que tengo tres son mayores que la otra así que supongo que esas son hembras y la otra un macho. Ya sabía cuales eran machos y cuales eran hembras se me planteaba un problema: ¿cómo calentaría el terrario de las jóvenes hembras? Con una esterilla que encontré. De vez en cuando (alguna tarde) la enciendo y les proporciona un calor que, con el agua que les epolvoreo, crea un clima tropical. El macho, mientras, pasa frío al lado de la ventana pues ahora en invierno entre un frío... A ver si crecen y puedo tener ootecas. La foto es un hipotético macho devorando un grillo.

Primer año

Hace un año que empecé este blog sobre insectos y libros y sigo aquí publicando la entrada 130.
Así que ahí va un gran poema: "Las moscas", Antonio Machado.

Vosotras, las familiares,
inevitables, golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas de abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por el amor a lo que vuela,

-que todo es volar-, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,

de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,

de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

Cerambícido transparente

Estos días he estado de colonias con el cole. Nuestro destino ha sido un albergue cerca del Monasterio de Poblet, donde hemos trabajado heráldica, arquitectura y muchas cosas más. Pero mi blog trata de insectos y de eso voy a hablar. En el alberge donde estábamos alojados encontré un cerambícido de tamaño mediano. Era bellísimo pues tenía los élitros (las alas que han sido endurecidas con quitina) casi transparentes, se veían las alas. Es un Vesperus xatarti aunque hay especies muy parecidas, por lo que es posible que me equivoque. No suelo encontrar carambíciodos, así que sea lo que sea, es bienvenido.

Pequeñas maravillas III Genetismo de oro

Los insectos tienen fama de ser todos iguales, de tener las mismas antenas, los mismos ojos si son de una misma especie. Eso no quita que encontremos insectos tan diferentes entre sí como un dynastido (género de escarabajos muy grandes) y una pulga. Pero dentro de una misma especie se han de recibir los cambios de color o el cambio de cualquier característica "fija" en la especie con alegría. Y eso me ha sucedido. Los phylliums pueden parecer monótonos, lentos, iguales, aburridos... Pero cuando pasa esto se te despierta el interés hacia ellos. Pues he descubierto una joven hembra de phyllium color oro. Es amarilla, todavía muy joven (debió de nacer hace unos meses) pero eso no le quita la belleza. ¿Cómo ha podido salir una hembra de un color tan bello? No lo sé. Solo sé que es una joyita y una pequeña maravilla.

Mantis lilas

El terrario de las hymenopus ha ido cambiando. El lugar que ocupaba el algodón ahora lo ocupa una orquídea artificial. La mayoría de botes tienen hojas de potus y otras plantas de las que no sé el nombre. Las plantas están para darle más aspecto de terrario tropical. Las presas que pululan por él son un par de grillos y alguna drosophila que pongo para que cacen, pues ya no las sacia. Estoy esperando que unos gusanos lleguen al estadio adulto, el de polilla, para poder ofrecérselos a las mantis. Dos de estas se han vuelto de un tono rosa liloso precioso. Pero sigo con mi duda. ¿Cuales son macho y cuales hembra?

Balada a las mantis

Un palito verde
camuflado
una mosca presa
en un candado
que se cierra
y no se abre
hasta el fin de la
existencia.

Ya sea grillo
o sea mosca
sea polilla
o sea mosquito
todos quedan atrapados
en sus zarpas
por delito.

Y es la infeliz
moraleja
de este feroz
comedor:
devorar a su pareja
para saciar l insaciable,
un apetito atroz.

Sacromonte

Otro hermoso lugar de Granada son las cuevas de Sacromonte. Para llegar al museo hay que subir mucho, pero vale la pena. Estas casas-cueva fueron habitadas por los gitanos y, anteriormente por esclavos que huyeron. En la zona, se dice que algunos árabes enterraron ricos tesoros, eso empujó a la gente a vivir ahí.

Las casas son una cueva alargada, al fondo la cama, a la izquierda una pequeña cocina y una mesa. No faltarán ni la radio ni la maquina de coser.La gente con suerte, tenía la cocina a parte: a la derecha todos los utensilios necesarios y al fondo una mesa con sillas.

Los gitanos introdujeron la elaboración de productos artesanos. La cestería era dónde se hacían los cestos y otro tipo de cosas que se pudieran hacer con mimbre.También hacían numerosos elementos decorativos con cerámica; con el hierro forjaban herramientas o calderas... El telar proporcionaba ropa a los habitantes.

Estos productos también se vendían y así podían vivir.

Alhambra

Uno de los lugares más representativos es la Alhambra, que se encuentra al lado de Generalife. Generalife es un conjunto de jardines que, desafortunadamente, no visité.

La Alhambra es un recinto amurallado donde se pueden visitar diferentes palacios y fortalezas. Todos los jardines de la Alhambra están plagados de fuentes, charcas y canales. Todas estas fuentes las hicieron los árabes, cuando, al conquistar la Península, se instalaron en Granada, que, por cierto, fue la última ciudad en caer bajo la Reconquista.

Uno de los palacios que se pueden visitar es el Palacio Nazarí, una inmensa obra de arte. Todas las paredes están talladas con esmero con runas y letras árabes así como con dibujos. Las cúpulas tienen forma de U al revés, y están decoradas con preciosos tallados. La célebre fuente de Los doce Leones estaba en restauración, así que no pude ver los leones (la fuente estaba donde debía estar, eso sí, cubierta). Una sala que me llamó la atención tenía el techo algo bajo y ovalado en la que si hablas bajito en un esquina, la voz "viaja" por el techo y llega a la esquina opuesta sin pasar por el espacio que las separa. Muy útil para contar secretos.

Otro palacio de la Alhambra es el de Carlos V. Un palacio cuadrado que tiene enorme claustro circular con dos pisos repletos de finas columnas dándole forma. Dentro, en una sala octogonal que luego se extendía por sus ocho puertas, había una exposición algo surealista: 6 acuarios enormes con un libro moviéndose dentro, imagenes de un Brasil-Alemania en las que, en vez de balón usan un libro, sacan de banda, regatean... con un libro que se abre y se cierra por las sacudidas; y muchas cosas más.

Y por fin, la última parte que integra la Alhambra es la Alcazaba. Un pequeño castillo que defendía los palacios. La torre más importante es la Torre de la Vela, a la que se asciende por un escalera de caracol pintada de blanco, curiosamente las paredes también eran el "blanco" de cientos de pintadas amorosas. Las vistas desde la torre son admirables, porque no solo se ve el resto de la Alcazaba y parte de la Alhambra, sino que también un precioso barrio pintado de blanco: Albaycín. Eso no es todo, también se ve parte del Sacromonte.