sábado, 18 de abril de 2009

Ahora sí, una hembra bien albina


Si antes anuncié que ya tenía una hembra adulta albina, ahora me doy cuenta de que tansolo tenía un ligero tono amarillento. Para hembra albina la que me ha mudado ahora. Ni si quiera el paso del tiempo en un ambiente verde ha conseguido degradar el color amarillo intenso de esta hembra. Y no todo acaba aquí pues, no me canso de repetirlo, hay como mínimo 3 jóvenes hembras también muy claras que estan siguiendo los pasos de ésta.

Larvas milagrosas


Si alguien, al ver estos cinco gusanitos, no se le pasa por la cabeza intentar dejar que crezcan durante unos meses a ver qué sale y va directamente a darle un pisotón a estas "bestias inmundas y asquerosas" hay que decirle que anda equivocado, que si espera unos meses y cuida bien sus larvas, se verá recompensado por unas joyas vivas. En mi caso unas cetonias verdes y brillantes, que espero encontrarme hacia principios de este verano.

viernes, 10 de abril de 2009

Un gusano sospechoso

Estaba cambiándole la zarza a los phylliums cuando, bajo las alas de una hembra adulta, escontré un sospechos gusanito que casi llegaba a un centímetro. Evidentemente, tuve que tirar la hembra con el gusano encima. Aunque puede haber sido un inocente animalito que se alimente de zarza (en este caso sería larva de algún insecto, una polilla o escarabajo), pero también podía ser (y tenía muchos números por su aspecto más bien transparente) un parásto bien instalado bajo las alas de su alimento: una phyllium adulta. Registré a otras hembras que tenía a mano pero bajo las alas tan solo había un abdomen repleto de huevos. Y esa es la buena noticia: las hembras ya ponen (y muchos) huevos.

jueves, 9 de abril de 2009

Museos en Ámsterdam

Jan Davidsz de Heem



Lo más curioso que me he encontrado en el Rijksmuseum es un cuadro de un pintor del siglo XVII que es precioso: un jarrón con flores que, al mirarlo de cerca, se aprecia una multitud de insectos alimentándose en las flores y frutas de la pintura. Y uno de estos insectos se encuentra en la parte inferior del cuadro y es... ¡un precioso ciervo volante (lucanus cervus)! (Foto arriba).También destacan por sí solas las obras de Rembrant y de Vermeer.
Del museo van Gogh, la exposición temporal me ha sorprendido mucho: sobre la noche. El resto está muy mal iluminado y, al mirar los cuadros, sólo ves puntos de luz y reflejos verdes que te impiden contemplarlo en condiciones.
En la Haya, el museo Mauritshuis tiene algunos cuadros muy bellos como "La chica de la perla" de Vermeer, que realmente es una gran obra. Pero a mí me han gustado también otros cuadros de flores y de detallados insectos, sobre todo orugas, que las habitan.