Lo más curioso que me he encontrado en el Rijksmuseum es un cuadro de un pintor del siglo XVII que es precioso: un jarrón con flores que, al mirarlo de cerca, se aprecia una multitud de insectos alimentándose en las flores y frutas de la pintura. Y uno de estos insectos se encuentra en la parte inferior del cuadro y es... ¡un precioso ciervo volante (lucanus cervus)! (Foto arriba).También destacan por sí solas las obras de Rembrant y de Vermeer.
Del museo van Gogh, la exposición temporal me ha sorprendido mucho: sobre la noche. El resto está muy mal iluminado y, al mirar los cuadros, sólo ves puntos de luz y reflejos verdes que te impiden contemplarlo en condiciones.
En la Haya, el museo Mauritshuis tiene algunos cuadros muy bellos como "La chica de la perla" de Vermeer, que realmente es una gran obra. Pero a mí me han gustado también otros cuadros de flores y de detallados insectos, sobre todo orugas, que las habitan.
jueves, 9 de abril de 2009
Museos en Ámsterdam
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1 comentario:
Cada uno a lo suyo, no, Gustavo?
Que pintas tú en un museo? Pues que va a ser? buscar insectos. Impresionante.
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