Hace unos días vi a los grillos apareándose. Fue así: la hembra estaba encima de un trozo de melón, el macho justo debajo. Emitía un sonido, no el cric-cric estridente, sino un pium-pium flojo. La hembra lo ignoraba, seguía comiendo su delicioso melón. Después empezó a mirarlo. Como con recelo. lo volvió a ignorar. el macho siempre entonaba su canto. Un poco después la hembra se acercó al macho y se subió encima suyo. Empezó a vibrar. El apareamiento duró unos 35 segundos.
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