Titulos de aniversario

A JAC

El visir de Abisinia reposaba cómodamente sobre los acolchados cojines de su palacete. A su derecha estaba Trasto, su hijo, que tenía 12 años. Eran tiempos de bonanza para el pequeño territorio que gobernaba pues era un hombre honesto y generoso.
Un sirviente entró apresuradamente en la estancia anunciando la llegada de un mensajero que traía noticias desde el oeste de Varsovia. El Visir hizo un leve gesto de aprobación y el sirviente se retiró a grandes trancos. Se sirvió un poco de vino y se quedó pensativo observando las formas débiles y delicadas de su botella de estilo barroco. Se levantó con esfuerzo y se dirigió hacia la ventana… ¿Por qué no había llegado aún el mensajero a su estancia? Al inclinarse sobre la repisa pudo ver que, al lado de un bosquecillo de arbustos y maleza, un sirviente y el mensajero charlaban animadamente.

-Trasto, ves a jugar al jardín con tus amigos.

Apenas un rato después aquel mensajero llegó a los aposentos del Visir:

-¿Qué nuevas traes mensajero?

-Se encamina un poderoso mago hacia vuestros territorios.

-¿Sabe su finalidad?

-Sí. Recompensarle con un sortilegio.

-¿Recompensarme por qué?

El mensajero se encogió de hombros.

-Dijo algo de “El don impuro”

-Está bien. Creo que los domicilios de los mensajeros se encuentran tras esa puerta… puede retirarse.

Entonces el Visir empezó a reír y se dice que aún no ha parado.