Las hymenopus no paran de sorprender. Pueden, a la larga, cambiar de color. Estos cambios ocurren siempre dentro de una misma variedad: blanco-rosa-fucsia-lila-lila intenso; estos son los principales colores que suele adquirir una mantis. Los colores lilosos predominan en las patas prensoras, los lóbulos de las patas, la parte exterior del abdomen, en el tórax y, en ciertas ocasiones, en la cabeza. El resto del cuerpo se mantiene blanco. Creo que estos cambios no se deben tanto al entorno del terrario sino a la alimentación. Si hay una temporada que están muy nutridas sus colores se vuelven más llamativos, y viceversa. También puede que les afecte la luz o la temperatura... incluso el humor (como a los camaleones).
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