Pequeñas maravillas I El escorpión acuático

Esta es la primera especie de una serie de especímenes que me he ido encontrando a lo largo de estos años. Los calificaré de pequeñas maravillas, ya sea por su particularidad como por su belleza.

Hace unos días me encontré cerca de la orilla de un pequeño río: La Muga. Siempre me gusta explorar las orillas aunque desgraciadamente nunca encuentro nada. De roca en roca llegué a la mitad del estrecho río, por el momento, peces pequeños, caracoles y poco más. Mi sueño era encontrar una especie en concreto, el escorpión acuático. Este hemíptero de apenas 2 centímetros me fascina ya que su forma de vida es muy, muy rara. Es un animal plano, ancho, que dispone de unas patas delanteras prensoras como las de una mantis. De la punta del abdomen le sale un tubo que utiliza para respirar. Este pequeño insecto caza (es carnívoro) de la siguiente manera: en la orilla, cuando el agua cubre apenas unos centímetros, el substrato es lodo, al contrario del resto del río, que dispone de un fondo de piedras, se entierra lo justo para pasar desapercibido. El tuvo le sirve para respirar, lo coloca formando un ángulo de 90 grados con su cuerpo, de manera que asoma a la superficie y puede respirar. Así se pasa un tiempo hasta que una presa pasa por su lado y... ¡acaba como una mosca atrapada por una mantis!
Esta magnífica especie encontré en la orilla de La Muga, al observar uno, me quedé alucinando. ¡Pero mi asombro fue mayor al ver que a su lado se movían otros dos!
Al manipularlo se ha de tener cuidado, ya que su picadura es dolorosa.

Arriba a la izquierda se vislumbra su hábitat. La foto grande es un escorpión acuático.