domingo, 31 de agosto de 2008

Farolas y dragónes



Todos hemos visto alguna vez, paseando por las callejas de un pueblo cualquiera, unos reptiles ágiles y rápidos que se deslizan de noche por las paredes iluminadas por farolas buscando polillas. Yo les llamo dragones. Es un claro ejemplo de la adaptación a la ocupación humana que han tenido algunas especies. Las polillas y mosquitos acuden a la luz… ¿Qué otro mejor sitio para un depredador nocturno? Si uno se fija, pasa varias noches por la misma farola, observará que estos intrépidos animalitos suelen vivir en una sola farola. No cambian de “casa”. De día se esconden entre los hierros que unen a la farola a la pared, entre las tejas de los tejados, otro sitio muy usual son los cables que decoran la fachada. Aunque suelen ser solitarios (uno por farola), en las paredes grandes, se pueden ver por parejas. ¡En Cadaqués acerté a contar 8 en una gran fachada iluminada por un potente foco!

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